Ya no veo tele

Soy de la generación que creció con la televisión como el electrodoméstico predilecto para entretener a los niños y niñas. En la casa de los Chaves Benavides, el televisor cumplió exitosamente con el objetivo. 

En aquel momento, tuvimos acceso a la televisión por cable. Eso significaba dos cosas: diversión y globalización. La televisión por cable del 2000 tenía unos 60 canales distribuidos en categorías. Para los efectos de este ensayo, el canal importante es el 51. Nada más y nada menos que el canal por suscripción estadounidense infantil: Cartoon Network. 

Las primeras gratificaciones tecnológicas, sin duda alguna, vinieron de la televisión. Las caricaturas estadounidenses fueron mi ventana al mundo exterior, y eso significaba mucho para un niño ansioso por aprender. Cartoon Network, quizás, fue mi primera adicción. 

Ahora pienso que nunca antes una generación de niños había tenido acceso a este tipo de tecnología con este contenido. ¿Cuánto tiempo al día se podía consumir? ¿Cuánto era seguro? ¿Cuáles eran los efectos a largo plazo? 

A la distancia veo una relación plástica de dependencia y una cultura impuesta que creí real. En algún momento todo se terminó sin que nadie lo pidiera.