Guía básica para tomar fotos con rollo
Ésta es una guía básica para tomar fotos con rollo. Consiste en una lista de consejos y datos que a mí me hubiese encantado saber antes de disparar mi primer rollo, pues con el tiempo y una que otra sorpresa me fui enterando de ellos.
Aclaro que algunos de los consejos requieren del conocimiento de aspectos técnicos en fotografía, como el triángulo de exposición. Sin embargo, la mayoría de ellos están dirigidos a personas que no necesariamente hayan incursionado en técnicas fotográficas.
Empecemos:
¿Cuál cámara compro?
Antes de comprar una cámara, es necesario plantearse la siguiente pregunta: ¿qué uso le quiero dar? Con ese uso definido, se pueden buscar distintos modelos. Por ejemplo, yo quería una cámara para hacer retratos, por lo que una cámara con espejo me funcionaba más que una de apuntar y disparar. ¿Por qué? Porque iba a poder enfocar y exponer las fotografías con más precisión. Por otro lado, mi amiga Daniela quería una cámara para documentar su vida, sin cuidar mucho el enfoque ni la parte técnica, por lo que se compró una cámara de apuntar y disparar.
Existen miles de cámaras analógicas con distintas características. El catálogo digital es un tanto más monótono que el analógico. En un primer nivel, hay cámaras mecánicas, que no dependen de baterías para disparar, y hay cámaras electrónicas, que sí dependen de baterías para disparar. En un segundo nivel, hay cámaras de espejo, conocidas como SLR. También, hay cámaras de apuntar y disparar como las que usaban muchas personas en los 80s y 90s para llenar sus álbumes de foto. Ya en un tercer nivel existen cámaras telemétricas, TLR, ciegas, etc etc.
Mi primera cámara fue una Pentax P3n con un 50mm 1.7. Es una SLR pequeña electrónica que aún conservo con mucho cariño.
En sitos especializados de equipo fotográfico como KEH se pueden encontrar buenas cámaras, pero antes de buscar en línea, recomiendo preguntar a la familia y/o conocidos si tienen algo por ahí guardado en un cajón que pueda servir.
Por último, comprar cámaras por Amazon o eBay tiene su riesgo, pueden haber defectos en su funcionamiento o los lentes pueden tener hongos (esto afecta la nitidez de las fotografías). El problema es que a través de estas plataformas no tenemos la certeza de que el equipo se pueda arreglar.
2. ¿Cuál película fotográfica me conviene?
Como en todo, hay opciones baratas y caras. Lo primero es mapear cuáles son las opciones de compra local y ver qué hay disponible, película que se pueda tener a mano cuando se necesite. Luego, se puede traer película del extranjero. Yo recomiendo para empezar las líneas económicas de película, por ejemplo, Kodak Gold o Fuji C200. Las líneas profesionales como Kodak Portra o Fuji Pro 400H son películas de uso más especializado. Es mejor aprender a dominar el comportamiento de la cámara y la película fotográfica en versiones baratas que en versiones caras. Ahora, las películas profesionales ofrecen una nitidez y un rendimiento maravilloso al que hay que saber sacarle provecho.
También, en los últimos años se han generado nuevas marcas de película fotográfica muy cotizadas, como CineStill. La película de CineStill es una maravilla, pero se requiere de conocimiento técnico y de un buen proceso de revelado y digitalización para sacarle el máximo provecho que la película merece.
Justo en la línea de lo último que comento, yo considero que es mejor iniciar con película blanco y negro por tres razones:
La película en color tiene su toque en el proceso de revelado y digitalización. Sacarle el máximo provecho a un rollo de Kodak Portra y que se vea igual a cómo lo vemos en YouTube o en revistas no es fácil. Estas personas tienen acceso a procesos de revelado y digitalización de muy alta calidad. En mi experiencia y con mis posibilidades, la película blanco y negro se presta más para lograr alcanzar el mejor rendimiento posible.
Si en algún momento decidimos revelar por nuestra cuenta, es más sencillo revelar película blanco y negro que la película en color.
En un inicio, es más fácil componer imágenes en blanco y negro que en color.
3. Tener presente la compatibilidad de lentes
¿Es posible entrar al mundo analógico por menos de $30? Si, hay cuerpos plásticos de Nikon y Canon muy baratos que son compatibles con los lentes que se usan actualmente en las cámaras digitales. La diferencia de estas cámaras con las digitales de nuestra época es casi nula, pues la única diferencia es el sensor digital vs. película fotográfica. Esto hace que la transición digital-analógico sea más suave en cuanto al manejo de cámaras.
Lastimosamente, no todo es perfecto. Estas opciones baratas son cámaras de cuerpos plásticos con sistemas electrónicos vulnerables a la humedad de un país tropical como Costa Rica, por lo tanto, es común que un día dejen de encender y haya que comprar otra. Ahora, si se tiene la oportunidad económica, se puede invertir en una cámara compatible con lentes actuales pero de mayor calidad. Nikon y Canon tienen cuerpos que van desde los $30 hasta los $1.200.
En la línea económica de cámaras compatibles con óptica actual recomiendo cámaras como la Canon EOS Rebel y la Nikon N80. Hay cámaras de uso más profesional como la Canon EOS 1V y la Nikon F5. De nuevo, hay muchos modelos con características distintas, lo esencial es buscar lo que mejor nos funcione de acuerdo al uso que le queremos dar.
4. Las cámaras electrónicas de gran valor pueden ser una pesadilla
De nuevo, son cámaras viejas. Hay que tener cuidado con invertir en cámaras electrónicas de gran valor. Es peligroso invertir cientos de dólares en una cámara con una electrónica de más de dos décadas. El problema radica en que si la electrónica falla, probablemente vas a tener que comprarte otra. Por ejemplo, una Contax T2 es una buena cámara, por supuesto que lo es, pero si esa cámara falla, probablemente no la vas a poder arreglar. Recientemente, me falló una Olympus XA2 y no he encontrado a nadie que la pueda arreglar. Listo, tengo un pisapapeles de $80.
5. Al comprar una cámara, probarla
Son cámaras viejas, hay que probarlas. Es arriesgado tomar un rollo tras otro en una cámara recién comprada sin haber revelado un primero. Hay muchas cosas que pueden fallar: fugas de luz, lente o cortinas descalibradas, no ocurre la obturación, etc etc. Lo mejor es tomar un primer rollo en el que hayan fotos en distintas condiciones, revelarlo, y verificar que todo esté funcionando lo más preciso posible.
6. El formato de 35mm es el mejor para empezar
En la fotografía analógica hay muchos formatos de diferentes tamaños. Actualmente, los formatos más comercializados son 35mm y 120. En el caso de 35mm es equivalente a un sensor Full Frame, es decir, un lente 50mm trabaja como un 50mm. Por otro lado, 120 es un formato más grande con una calidad muy superior, conocido como formato medio, en el que existen una serie de “subformatos”, por decirlo de algún modo. Por ejemplo, dentro de 120 existe 6x4.5, el cual es un formato rectangular del que se obtienen unas 16 fotos por rollo 120. También, en 120 existe 6x6, formato cuadrado que saca unas 12 fotos por rollo. Además, existe 6x7 (10 fotos), 6x9(8 fotos), 6x17 (4 fotos), entre otros.
Para iniciar, yo recomiendo el formato de 35mm por dos razones:
Las cámaras son más baratas y de más fácil acceso.
Se obtienen más fotos por rollo. En cuanto a este segundo punto, es importante puesto que al inicio habrán muchas fotos que salgan “mal”, o bien, fotos que no nos gusten porque fallamos en algún aspecto técnico o de composición. Por esta razón, en 35mm tenemos más oportunidades de obtener imágenes con las que nos sintamos bien, puesto que los rollos son -la mayoría del tiempo- de 36 fotos (también existen de 12 y 24). Esto también implica un ahorro de dinero, dado que un rollo de 35mm y uno de 120, dependiendo de la película, andan en precios similares.
7. ¡Nunca abrir la cámara con rollo puesto!
La película fotográfica es sensible a la luz, si abris la tapa con el rollo puesto perderás muchas fotos, pues la luz de donde estés -el sol o luz artificial- las quemará. Antes de abrir la cámara, verificar que no tenga rollo puesto, o bien, que este ya haya sido rebobinado (Una vez que un rollo se termina, debe devolverse al carrete para ser revelado. A esta acción se le llama rebobinar el rollo).
8. El ISO es fijo
A diferencia de la fotografía digital, el ISO es fijo en la fotografía analógica. Esta variable está definida por el rollo que utilicemos. Por ejemplo, Fuji Superia 400 es ISO 400. En las cámaras que tengan medidor de luz, debemos de indicarle a la cámara de alguna manera el ISO de la película, pues el medidor de luz va a trabajar basándose en este número. Una vez que hayamos puesto este número ISO en la cámara, no se mueve. Por esto se dice que la fotografía analógica es limitado cuando de ISO estamos hablando. Ahora, se pueden hacer cosas como pull y pushed, que consiste en tomar la película en ISO más bajo o más alto. Esto es todo un mundo que requiere de explicaciones más técnicas. Lo importante es saber que todas las fotografías de un rollo deben de estar tomadas en el mismo número ISO. En el caso de que ya quiera experimentar con pull y pushed, les comparto una guía de The Darkroom.
9. Exponer para las sombras
En fotografía digital, se expone para las luces y en la postproducción se rescatan los detalles en las sombras y zonas oscuras de la imagen, esto gracias a la información que guardan los archivos digitales. En la fotografía analógica, es al revés. Se expone para las sombras, es decir, hay que medir para las zonas oscuras de la imagen, así se obtendrá una fotografía bien expuesta en la que en postproducción se le bajaran las altas luces (en caso de ser necesario).
10. No tomar fotos con números f muy abiertos
Quizás un retrato de mi amigo con el diafragma en f/ 1.8 sea una buena idea, o quizás no. La verdad es que probablemente no (depende). En la fotografía analógica un gran número de cámaras utilizan enfoque manual y, tomar fotografías con números f muy bajos (ej: f/ 2, f/ 1.8, f/ 1.4) en enfoque manual representa un gran reto en lograr acertar el foco. Esto porque cuando abrimos el diafragma la zona de enfoque se reduce. Entonces, quizás el retrato de mi amigo en f/ 1.8 se vea desenfocada o con un centímetro de la nariz enfocada. Ahora, en cámaras de enfoque automático la historia cambia pues son mucho más precisas con el enfoque, sin embargo, puede suceder lo mismo. Yo recomiendo tomar fotos de f/ 2 para arriba. f/ 2.8 es un buen número f para retratos. Tal vez f/ 8 ya sea muy cerrado y se me vaya a ver enfocado el fondo, pero este depende de la escena y la distancia del sujeto retratado con la cámara y el fondo.
11. Las velocidades bajas tienen su truco
En el caso de que no querás que las fotos te salgan movidas, es mejor no usar velocidades para abajo de 1/60. A diferencia de los cuerpos y lentes digitales, la mayoría de cámaras no cuentan con ningún sistema de estabilización más allá que el pulso de nuestras manos. Tomar una foto en 1/8 puede que sea muy arriesgado. En el caso de que estés en una condición de luz oscura con el diafragma lo más abierto posible y aún así la cámara te pide usar una velocidad baja -sin trípode ni flash a mano- es mejor no tomar la foto, a menos de que no te importe que salga muy o ligeramente movida.
12. Sunny 16
La fotografía analógica es una oportunidad para detenerse más en la exposición y todo lo que esta ciencia implica. Al mismo tiempo, hay una gran cantidad de cámaras que no tienen medidores de luz, por lo tanto, hay que resolver. Está la solución más rápida y efectiva: una app para medir la luz. También, está el camino un poco más engorroso pero valioso: aprender a leer la luz. Existe una guía llamada Sunny16 que nos enseña a medir la luz con nuestro ojo en exteriores. Yo considero esencial sacar el tiempo de practicar con esta técnica y analizar detenidamente los resultados, pues nos acerca más al dominio real de la luz. Aquí va un vídeo que explica la regla con detenimiento.
13. Enfocar por zonas
Una gran parte de los lentes analógicos traen escalas de enfoque que son sumamente útiles para lograr acertar el enfoque en nuestras fotografías. Considero que aprender a enfocar por zonas forma parte de los aprendizajes que no son estrictamente necesarios pero que enseñan conocimiento valioso sobre fotografía. Les comparto un artículo que explica cómo se utilizan las escalas de enfoque.
14. Hacerse de un escáner
Antes de comprar más cámaras o lentes, yo recomiendo invertir en un escáner. Esto porque generalmente la digitalización es lo más caro en los laboratorios y porque permite tener más control de los resultados. Con revelar en el laboratorio local y digitalizar en casa, el proceso se abarata considerablemente (Existen opciones de digitalización con una DSLR y una mesa de luz. Personalmente, no he profundizado en estos métodos). Como en todo, hay escaners baratos y caros. Se pueden conseguir buenos dispositivos capaces de digitalizar 35mm y 120 por $300 o menos, como el Epson V600.
En el caso de que haya interés en revelar, la película blanco y negro es sencillo pero requiere de una inversión inicial en el equipo necesario para hacerlo. El revelado de película color tiene una curva de aprendizaje un poco más elevada pero nada de otro mundo. El tema está que blanco y negro se hace con agua a temperatura ambiente pero color se ocupa más bien temperaturas cercanas a los 38 ºC.
15. No comprar equipo en exceso
Una vez que nos adentramos en el mundo de la fotografía analógica, nos vamos a dar cuenta que hay un universo hermoso y colorido de cámaras, lentes y accesorios fotográficos. Es un espectro casi que infinito en el que hay de todo: cámaras baratas, caras, sumergibles, conmemorativas, raras, históricas, de fuelle, con batería solar, lentes radioactivos, soviéticos, descontinuados, etc etc etc etc. Si, es un mundo fascinante, no lo voy a negar. Pero hay que tener cuidado, podemos terminar con una colección de cámaras y después será difícil deshacerse de ella (en caso de ser necesario).
16. Nuestro escritorio no es un taller fotográfico
El taller local de equipo fotográfico que frecuento, tiene justo en la entrada un cartelito de una caricatura en la que sale un cliente con una cámara despedazada y el dueño del taller preguntándole: “¿Esta vez no pudiste arreglarla vos?”. Creo que eso resume este consejo. Hay que tener cuidado cuando nos ponemos curiosos con las cámaras y los lentes. Son objetos delicados que requieren de conocimiento técnico para ser intervenidos.
Yo recomiendo mapear las opciones locales de talleres y acudir a estos lugares cuando sea necesario.
17. La película vence
Parte de los ingredientes de la película fotográfica es gelatina orgánica, por lo tanto, la película expira. Al igual que un comestible, los rollos traen -generalmente- la fecha de vencimiento en su caja. Tomar película vencida es toda una rama dentro del mundo analógico, pues se producen una serie de resultados inesperados. Se cree que para lograr obtener imágenes bien expuestas con película vencida hay que darle 1 paso más de luz por cada década de expirada. Si tomo un rollo ISO 400 en agosto del 2020, vencido en el año 2000, lo tomaría en ISO 100, pues le di 2 pasos más de luz por las dos décadas de vencida. En caso de que queras experimentar esta rama, en eBay se consiguen lotes de película vencida a precios moderados.
Para tener los mejores resultados en fotografía analógica, yo recomiendo usar película fresca o que tenga menos de 2 años de vencida. Para detener un poco el proceso de vencimiento, se puede refrigerar la película dentro de unas bolsas tipo ziplock.